Las SANDÍAS son ricas en licopeno, que es el colorante que tiñe esta fruta de color rojo o rosado.
El licopeno es un componente al que también deben su coloración roja los tomates, o la coloración amarilla las papayas, etc. Es un componente con propiedades medicinales muy beneficiosas para el organismo, entre todas ellas la prevención de numerosos tipos de cánceres o para disminuir el colesterol.
Una vez ingerido, el licopeno se convierte en uno de los mejores antioxidantes. La ingestión de este principio puede ayudar a prevenir muchas enfermedades y alargar la vida.
La sandía es la fruta que más agua contiene, casi un 93%, y es habitual que se la utilice en las dietas para perder peso. Además de ser un perfecto diurético, la sandía es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales que son muy beneficiosos para nuestro corazón y para evitar la aparición de enfermedades.
Su color rojo de la sandía quiere decir que contiene un alto nivel de antioxidantes, ideal para prevenir el envejecimiento y mantener en estado óptimo nuestros tejidos.
Su composición a base de L-citrulina nos ayuda a relajar los vasos capilares, y no sólo eso, metaboliza arginina, lo cual es muy positivo para el corazón y la hipertensión.
En estos meses las tendréis en vuestras dietas y podéis usarla también entre horas en la cantidad de unos 100gr.