100 gramos de ciruela aportan alrededor de 1.4 gramos de fibra. O, lo que es lo mismo, una ciruela aporta alrededor de 0,9 gramos de fibra, lo que se convierte en un 0,3% de la cantidad diaria recomendada.
La ciruela se convierte, por tanto, en una fruta ideal en caso de estreñimiento, gracias no sólo a su contenido en fibra, sino por la presencia de sorbitol en su composición, que es el principal “culpable” de aportarle a esta fruta su particular cualidad laxante.
Ayuda a “limpiar” el estómago al actuar como laxante natural
Gracias precisamente a su contenido en sorbitol, algunos médicos aconsejan su consumo con el fin de limpiar el estómago. El sorbitol es un polialcohol de azúcar que encontramos también en otras frutas como la pera, la manzana, el melocotón, los duraznos o las cerezas.
Por este motivo, no se aconseja el consumo excesivo de ciruelas, precisamente para no sufrir los estragos de esas virtudes laxantes.
Útil contra el colesterol elevado
En caso de tener elevado el colesterol en sangre su aporte en fibra soluble ayuda de forma muy positiva a la hora de disminuir el colesterol alto, gracias a que ésta es capaz de formar una especie de gel viscoso que se fija en los lípidos.
Elevada capacidad antioxidante
Las ciruelas son ideales a la hora de reducir la acción de los radicales libres, gracias a su elevado contenido en antioxidantes naturales, como por ejemplo es el caso de los antocianos, que es el principal elemento que le proporciona su color tan característico.